Mobius. In the mood for
18 FEB 2020
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“El baño se está diluyendo como espacio y participa más de los códigos formales del hogar”
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La trayectoria de Ricard Ferrer como diseñador siempre ha estado ligada al mundo del baño. De hecho, su primer producto fue precisamente una colección de accesorios para Cosmic. ISMO fue rupturista “porque era de madera y con los tornillos vistos, rompía los códigos del sector, eran piezas sencillas, bien construidas, amables, casi de ferretería, algo casi impensable en una época donde el latón cromado era lo que se llevaba”, explica Ricard. Este diseño estuvo 15 años en el mercado demostrando una sensibilidad especial en lo que se refiere al baño. El estudio, siempre muy cercano a Cosmic, participa también en Mobius con unos complementos que añaden funciones y una propuesta de texturas para los muebles. Aprovechamos para sentarnos con él y hablar sobre su propuesta para Mobius y cómo ve el futuro del baño.

Cuéntanos cuál ha sido vuestra aportación en el proyecto Mobius, tanto en los auxiliares como en la propuesta de texturas para los muebles.

Por un lado, desde el estudio hemos propuesto una serie de acabados y texturas en madera, que es fruto de la observación de tendencias en otros sectores como moda y el diseño de producto, pero en otros sectores alejados del baño.

Además, hemos desarrollado una serie de elementos periféricos que añaden funcionalidades a los muebles: toalleros, repisas y un estante técnico que te permite conectar elementos como secadores, planchas de pelo. Es una propuesta que, en lugar de esconder estos elementos, lo que suele hacer más incómodo su uso, lo que hace es integrarlos de una manera funcional y que convive bien estética y formalmente con el resto de Mobius.

¿De dónde surge la idea para esta serie de complementos?

Todo parte de nuestra obsesión con los elementos que tienen más de una función, creemos que es una estrategia interesante en espacios reducidos y complejos, como los baños, por ejemplo, puede ser interesante colgar una estructura con toallero y repisas en una mampara de ducha, le aportamos valor a la mampara.

Luego está el complemento para elementos eléctricos. Lo que sucede en un baño es que hay cuestiones sin resolver: cepillos eléctricos, secadores, maquinillas… que no tienen un espacio de almacenaje específicamente pensado para ellos. Por eso queríamos buscar una forma nueva de integrar estos elementos eléctricos de una forma honesta y con soluciones que convivan bien con el mueble y resuelvan estas necesidades de forma práctica.

Para Mobius también habéis trabajado en una serie de nuevas texturas, ¿dónde habéis buscado la inspiración?

Lo primero que hicimos fue averiguar qué es lo que técnicamente se podría hacer y cuáles eran los límites, también para forzarlos y llegar a nuevas soluciones. A partir de ese conocimiento de las herramientas y materiales con las que podíamos contar, llegamos al punto de convertir algo que es único, en algo que se pueda producir de forma industrial.

Luego se definieron 4 tipos de usuarios, con diferentes perfiles y gustos, a partir de ahí se trabajaron texturas, que organizamos y categorizamos. Finalmente se han seleccionado diferentes propuestas algunas más arriesgadas y otras más sobrias. Lo interesante es que estas texturas también permiten combinaciones entre ellas. En un momento dado del proyecto, con la mezcla, apareció un mundo nuevo de matices que no esperábamos, una paleta de posibilidades muy potente, combinando lacas y maderas, mezclando texturas con elementos lisos o simplemente girando la orientación de una textura… Esto le da al programa, mucha riqueza.

¿Cómo definirías Mobius?

Para mi Mobius más que una colección, es una herramienta, una propuesta abierta. Es como un sastre te hicieran un mueble a tu medida y a tu gusto. Lo interesante es que establece un diálogo con el usuario final lo que le permitirá crecer con los años, adaptándose a las nuevas sensibilidades y necesidades. Es una apuesta a medio y largo plazo y eso lo hace muy diferente. Me parece un reto muy bonito.

Mobius es un gran cambio en la forma en que entendemos el diseño del mueble del baño. ¿Por qué ahora?

Antes de un producto, teníamos muy pocas opciones para escoger. Hoy esto no es suficiente, hay que dar otro paso para dar productos completamente a la medida y gusto del usuario, el reto es hacerlo viable como un producto industrial. El mueble centímetro a centímetro es una demanda real, porque lo que quieres es algo que te dure 20 años, se pueda ajustar a tu espacio. Además dentro de una economía más sostenible, hoy en algunos sectores, no tiene sentido producir miles de unidades, sino que hay que producir los muebles que se necesitan. Esto es una parte importante que ofrece Mobius. También el consumidor es más sensible, se preocupa sobre el origen del producto, quien lo fabrica… Para mi es una evolución lógica que Cosmic ofrezca este producto a medida.

Llevas trabajando con Cosmic desde 1995 y la conoces muy bien ¿cómo definirías sus rasgos distintivos?

Cosmic tiene una identidad muy clara con una estética arquitectónica, sobria, minimalista y rigurosa. También es una marca diferenciada que conoce bien a su consumidor y da respuesta a sus necesidades con calidad desde sus orígenes. Todo eso sigue hoy en la esencia de Cosmic.

Esta evolución también te ha dado una visión muy interesante sobre el baño, ¿cuáles han sido los grandes cambios que ha sufrido esta estancia? ¿qué le pedimos como usuarios al baño?

Hay una voluntad de introducir tecnología, pero de una forma amable no invasiva, como iluminación indirecta cuando necesitas una luz sutil, que no moleste. La calidad ambiental también la valoramos, por ejemplo a través del control de la temperatura. Para mi hay un tema tecnológico muy claro, pero que tiene que estar oculto, que no lo veamos cuando no lo usamos.

También los materiales del baño creo que deben ser más amables. Los materiales tradicionales son fríos - porcelana, metal…- en un sitio muy íntimo donde además estás desnudo, desprotegido, se ha primado claramente la idea de limpieza e higiene, que es importante, pero se ha descuidado el confort. El baño se está diluyendo como espacio y participa más de los códigos formales del hogar.

Ricard Ferrer
Diseñador